Luego de comprar un bus, es tu deber y responsabilidad mantener tu vehículo en buenas condiciones de trabajo. Sabes que, para complacer tanto a tus pasajeros como a ti mismo, tu viaje del punto A al punto B debe ser suave y cómodo. Desafortunadamente, al igual que todos los carros, tu bus no puede evitar experimentar problemas de vez en cuando. Con accidentes, problemas de arranque y llantas desinfladas que pueden ocurrir en cualquier momento, es tu trabajo evitar estas situaciones no deseadas tanto como sea posible, y la mejor manera de hacerlo es dándole un mantenimiento adecuado a tu bus.
En el siguiente artículo, te mencionaremos algunos puntos que siempre debes considerar al realizar un mantenimiento preventivo y regular a tu bus.
El mantenimiento preventivo no significa simplemente llevar un bus al taller y arreglar todo lo necesario. Significa estar atento a las cosas que pueden salir mal con el vehículo, de modo que los riesgos no se produzcan como resultado del deterioro o falla de un componente o sistema de seguridad en el bus. Asimismo, es la detección sistemática, la corrección y la prevención de fallas antes de que se conviertan en problemas mayores. Tu programa de mantenimiento preventivo para cada vehículo debe ser exhaustivo, regular y lo suficientemente frecuente como para cumplir con las pautas del fabricante y para asegurar que el bus es seguro y apto para su circulación.
El mantenimiento preventivo planeado con anticipación junto con los controles diarios de recorrido ayuda a garantizar que los vehículos se mantengan en buenas condiciones.
Darle a tu bus un control de mantenimiento adecuado no tiene por qué ser costoso, a menos que necesite reparaciones que exigen una acción profesional inmediata. Existen numerosas soluciones económicas y sencillas para mantener en buenas condiciones tu bus y estas incluyen:
Realiza un chequeo estructural
A veces, el mayor daño irreparable del bus puede provenir de las abolladuras más pequeñas. Asegúrate de revisar todas las áreas de tu bus en busca de golpes y otras imperfecciones para que puedan repararse y tratarse de inmediato. Si el daño no es demasiado grande, puedes optar por tratar el problema por ti mismo. Sin embargo, si es grave, lo mejor es llevarlo a un taller de reparación.
Inspección de los sistemas de refrigeración y neumáticos
Para que el motor de tu bus siga funcionando, debes verificar con frecuencia los sistemas de enfriamiento del vehículo. Si comienzas a escuchar ruidos provenientes de tu bus, es muy probable que los cinturones de enfriamiento estén dañados. No te preocupes, los cinturones de enfriamiento son fáciles de reemplazar; solo presta mucha atención de comprar el correcto. Adicionalmente, siempre debes verificar los niveles de aire de tus llantas antes de partir a un viaje para que de esta manera no pierdas tiempo inflándolas mientras estás a mitad de camino.